Actualmente los entornos de trabajos son más versátiles, esto con el objetivo de adaptarse al dinamismo de las personas que incluso dentro de una misma oficina se ven en la necesidad de hacer diversas labores, sin mencionar que cada vez es más notorio brindar más opciones de espacios a los colaboradores, con el objetivo de fomentar la creatividad. Debido a esto las empresas han tenido que ir redefiniendo los puestos de trabajos y para lograrlo han tenido que crear e innovar.

Uno de los factores más importantes por renovar han sido los colores en el lugar de trabajo, ya que difuminan las fronteras entre el trabajo y la vida. Todos saben que las personas están rechazando los espacios monótonos e insípidos.

Pero, ¿por qué el color tiene tal impacto en las personas?

Como muchos saben, el color evoca emociones, recuerdos y asociaciones. Por ejemplo: el color naranja lo asociamos con el fuego, lo que nos transmite la sensación de calidez.

Los colores los podemos asociar de diversas formas, ya sea con una marca, géneros e incluso ocupaciones. Por ejemplo: si pensamos en el color rojo y te pido que lo asociés con una marca, te apuesto que inmediatamente se te viene a la mente Coca Cola, ya que está bien posicionado en nuestras mentes.

Y si te digo que asociés el color blanco a alguna profesión, lo más seguro es que una de las primeras imágenes que vengan a tu mente es la de un médico.

Los colores son tan versátiles que, así como los podemos asociar a algo en específico, estos también pueden tener diferentes sesgos. Por ejemplo: Las paletas de ciertos colores se pueden utilizar para evocar paz o energía, pero la reacción de las personas puede variar según la cultura o las preferencias e historias individuales.

Por esto los colores tienen un gran impacto en las personas, ya que debido a las asociaciones que tenemos con los colores, pueden influir en nuestro bienestar emocional y laboral.

Gracias a este impacto las nuevas formas de trabajo están impulsando la adición de más opciones de color en el lugar de trabajo, lo que se traduce a grandes beneficios tanto para los colaboradores, como para la empresa en sí.

¡Así que te invitamos a valorar la posibilidad de llenar de colores tu oficina (siempre y cuando sea viable con el posicionamiento de tu marca y el correcto uso de tus colores primarios y secundarios) y de analizar cómo este pequeño cambio podría impactar en tu bienestar, productividad y en la de los demás!